jueves, 20 de diciembre de 2012

Sin Tregua (End of Watch, 2012) - David Ayer

Aunque si nos fijamos tan sólo en el cartel, podamos llegar a pensar que estamos ante una macarrada dosmilera de acción, el resultado es bastante diferente.

En mi opinión es una de las mejores películas que se ha estrenado este año en los cines.

Desde un punto de vista de cámaras caseras, tanto de video, como cámaras de vigilancia del coche de policía, o las de los propios agentes que llevan encima, el film nos cuenta la vida de dos agentes de policía que patrullan por barrios poco recomendables.

Ssí alguien se lo pregunta, aunque alguna vez, la imagen pueda moverse un poco, nunca llegamos a barbaridades como la decepcionante Green Zone, usando planos, dentro de lo que el concepto te permite, bastante claros y que nunca llegan a marearte.

El punto de partida es un tiroteo del que no pueden escapar Brian y Mike, a partir de ahí, Brian (Jake Gyllenhall) decide grabar el día a día de ambos para poder hacer en el futuro un reportaje.

Aunque la trama no sea lo más original del mundo, y el efecto cámara en mano tampoco sea algo novedoso, no son conceptos que hagan desmerecer en absoluto a la película.

De la mano de David Ayer, guionista de la aclamada Training day, tenemos un relato totalmente realista y verosímil de las diversas patrullas de estos dos compañeros y amigos que se tratan entre si como hermanos.

Vemos también la relación de estos, que se han convertido en unas estrellas dentro del departamento debido al tiroteo inicial, no sólo con sus compañeros, si no también con sus familiares, en caso de Mike Zavala, y con su nueva novia, Anna Kendrick (Up in the air), en el caso de Brian Tylor.

Pero esto sólo está como valor añadido, lo que realmente nos muestra la película es la brutalidad y el sórdido mundo que unos simples patrulleros han de soportar, cruces con bandas de latinos, peleas con camellos, descubrimiento de varias redes de tráfico de humanos entre otras lindezas.

Lo que más me ha fascinado de esta historia es su cruda forma de tratar el tema que propone, siendo todo lo salvaje que debe ser, sin maquillar el mundo que nos está enseñando ni mostrando estereotipos del cine de acción o los clichés de cintas como la mentada Training day o las más recientes Dueños de la calle o Los amos de Brooklyn, donde se muestran tanto a los policías como a los delincuentes como gente molona, macarra, con aires de puedo con todo y me la resbala el resto.

Aquí en todo momento ves personajes humanos que tratan de solucionar de la mejor forma posible la situación con la que se han encontrado.

En cuanto a los actores, tanto Jake Gyllenhal como Michael Peña, están más que bien, dando su mejor versión de ellos mismos, demostrando que son gente que cuando se meten en proyectos de esta índole pueden cumplir de la mejor de las formas.

Mi nota totalmente personal: 9.3/10

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