viernes, 14 de marzo de 2014

Oldboy (2013) - Spike Lee

Spike Lee demuestra que sólo puede estar en el candelero insultando a cineastas consagrados como Clint Eastwood o Quentin Tarantino, y aceptando encargos.

El problema es que el director de Haz lo que debas o Fiebre Salvaje , no tiene nada en absoluto que contar, habiéndose convertido en un personaje que acude a ver los Knicks. 

No voy a compararla con la anterior versión de 2003, ya que como suele decirse, son odiosas y aunque dicha película me gustara, no me encantó ni me considero fan de la misma.

La sinopsis es exactamente la misma: un hombre es secuestrado durante 20 años sin saber cual es el motivo, un buen día es liberado y retado por su captor a descubrir el motivo por el cual estuvo retenido.

En primer lugar Spike Lee se encarga desde el inicio de la cinta hasta que el protagonista es secuestrado, unos 10 minutos en mostrarnos que el hombre blanco es el mal.

Un hombre de negocios alcohólico que orina en los callejones (no entendí el motivo por el cual me muestra esa escena), que pasa de su familia y aprovecha la mínima oportunidad para intentar acostarse con mujeres, aunque sea la esposa de alguien con quien esté haciendo negocios en ese preciso instante (por supuesto es abofeteado por un hombre negro).

El montaje que Spike Lee utiliza para hacer pasar esos años están llenos de una serie de imágenes que causan el efecto contrario que deberían. En vez de impactar, llega a dar un poco de risa ver a Josh Brolin masturbarse con programas de aerobic, o verlo cual Karate Kid entrenándose mientras ve películas de artes marciales.

No suelo poner imágenes en mis posts, pero no podía dejar de enseñar lo ridículo de la escena mentada

Una vez terminada dicha escena, Spike Lee se pone pretencioso intentando hacer su propia versión de la historia pero fallando estrepitosamente a nivel de dirección.

La tan famosa escena del martillo no podría estar peor rodada, ademas de volver alardear de su racismo selectivo, mostrando primero unos 20 secuaces negros, para luego no salir ninguno en la pelea. 

A partir de ahí la cinta va decayendo, a pesar de los intentos de Josh Brolin y Elizabeth Olsen para que esto no ocurra. Nada que objetar con sus interpretaciones, muy profesionales ambos, demasiado correctos para el sopor que están rodando.

Los puntos clave carecen de total emoción y dejan indiferente a un espectador que en caso de haber visto el film de Chan-wook Park llegaran a aburrirse y en caso contrario tampoco les dirá demasiado.

Aparte de una dirección más que floja y un guión que no se cree lo que está contando, las actuaciones de los secundarios no ayudan demasiado. Samuel L. Jackson está peor que nunca, y un servidor es uno de sus mayores fans, que parece estar haciendole un favor sin demasiadas ganas a un amigo. Michael Imperioli (Los Soprano) tampoco está demasiado digno, quien sólo quiere cobrar el cheque y largarse.

Pero lo peor es sin duda la actuación de Sharlto Copley (Distrito 9) quien hace un personaje demasiado extremo que llega a lo ridículo y a la vergüenza ajena. Uno de los peores malos desde el Dracula de Van Helsing.

La resolución final llega precedida de una larga "explicació de la Falla" que  resulta como mínimo poco creíble.

Una fallida película que sin ser totalmente horrible sí que es totalmente prescindible.

Mi nota totalmente personal: 4.2/10