viernes, 29 de marzo de 2013

G.I. Joe: La venganza (G.I. Joe: Retaliation, 2013) - Jon M. Chu

Tras el semi fiasco en 2009 de la cinta dirigida por Stephen Sommers (la Momia, El Regreso de la Momia y Van Helsing), cuando los productores, por lo que sea, deciden sacar adelante otro proyecto cinematográfico de esta franquicia me imagino una reunión así con los nuevos guionistas, productores ejecutivos, etc...

- Ejecutivo de Paramount: A ver, ¿que fallaba en la anterior parte?
- Casi toda la gente en la sala: TODO
- Ejecutivo de Paramount: está bien, está bien, (mirando a los guionistas) tenéis los primeros 20 minutos para matar a todo personaje que salga en la anterior y hagamos un reparto nuevo.
- Persona al fondo de la sala: A mi me gustaron los ninjas...
- Ejecutivo de Paramount: De acuerdo, los ninjas pueden salir.

Y os aseguro que así es. Salvo estos personajes y Cobra, es el gran villano de los G.I. Joe no puedes poner a otro, lo único que hereda de la primera parte es la trama abierta del presidente siendo sustituido por un villano.

Los nuevos encargados de escribir el guión son Rheet Reese y Paul Wernick, conocidos por ser los artífices de la divertida Zombieland, y desde luego, yo creo que han realizado muy bien su cometido.

Soy consciente de que seguramente esta sea la única reseña positiva hacía la película en toda la red, pero voy a intentar explicar mi punto de vista.

Esto es una adaptación de una linea de juguetes, que sí, que tuvieron una serie de dibujos animados en los 80 y han tenido y siguen teniendo actualmente colección mensual de cómics, pero en el inicio, son juguetes de soldados. Al iniciar el film, aparece el logo de Hasbro en grande, ¿Como te puedes tomar esto en serio?.

El guión no deja de ser una delirante y genial absurdez, una trama simple y llena de detalles a cada cual más imposible para divertir y entretener a aquellos que disfrutamos del cine palomitero de acción. No es una película seria dentro de ningún genero. ¿Es una comedia?. No estrictamente, pero desde luego su intención no es otra que hacer que aquel que sabe lo que va a ver, se ría y se goce cada minuto de todo el artificio que sus autores proponen y que jamás se han tomado en serio.

La trama no es más que una reimaginación de lo que un chiquillo haría cuando sacara todos sus juguetes y planeara una historia para pasar la tarde con todos sus personajes luchando unos contra otros.

A destacar las escenas de Snake eyes (el siempre oculto bajo maquillaje o casco en este caso Ray Park, conocido por ser Darth Maul o Sapo en Star Wars y X-Men respectivamente), Storm Shadow y Jynx (una pseudo Elektra de Marvel), lo más divertido es que casi toda la trama de estos hasta que se juntan con el resto del equipo son gratuitisimas, no aportan nada a la historia y por ello, sus escenas son tan fantásticas. A todo esto acompañados por RZA, maquillado de anciano maestro ninja ciego, tan bizarro como suena.

Aparte de estos personajes, decir que los actores son una de las grandes bazas para el divertimento del publico.

The Rock, Dwyane Johnson, parece que está cogiendo por fin la dinámica para ser un héroe de acción, Bruce Willis, tan Bruce Willis como cabía esperar. Su aparición no deja de ser lo justo para no considerarse un cameo, pero para nada este detalle hace que el nivel de aceptación de la película sea menor. Yo, gran fan de Bruce, hubo un momento en el que me lo estaba pasando tan bien, que no me hubiera importado que su aportación al film hubiera sido menor. También mentar a Jonathan Pryce, conocido por sus roles en Piratas del Caribe o 007: El mañana nunca muere, quien en su papel de falso presidente, no es un spoiler, la trama gira entorno a esto, se nota que se lo ha pasado en grande, siendo un personaje de lo más divertido.

La aparición de Ray Stevenson, Tito Pullo en Roma o Punisher en Punisher: War Zone, también es de agradecer, ya que derrocha tanto carisma como sus compañeros más protagonistas The Rock o Willis.

Ya por último, reconocer la gran labor con Cobra, que no deja de ser ese villano final, que siempre escapa en el último momento, con esa voz siseante y con planes de dominación mundial tan apocalípticos como desfasados. Sin duda el personaje que mejor traslación ha tenido de los dibujos al film, olvidandose de la versión de Joseph Gordon Levitt que no era más un intento absurdo de buscar un origen convincente para un tipo de villano que no necesita tener un motivo, es malo por que es malo.

En cuanto a la dirección, Jon M. Chu, que hasta la fecha tan sólo había dirigido filmes de bailes de la saga Step Up o el documental de Justin Bieber, considero que ha hecho muy bien su trabajo, justo lo que se esperaba que hiciera.

Como conclusión final, una gorrinada muy disfrutable siempre y cuando estés dispuesto a verla y entres en el juego que los autores proponen.

Mi nota totalmente personal: 7.5/10

sábado, 23 de marzo de 2013

Una bala en la cabeza (Bullet to the Head, 2012) - Walter Hill

Ya sabemos todos que Rocky Balboa (2006) fue la resurrección de Stallone que llevaba muy perdido desde finales de los 90 y los 2000.

Mercenarios aparte y ya dejando atrás las nostalgias fílmicas, Sly vuelve a hacer una película puramente de acción. 

Y como él mismo ha comprobado y nos ha enseñado, la mejor forma de hacer este genero es como en la década en la que explotó, exactamente los 80, con toques muy de los 90 que hacen de la cinta una experiencia más que fantástica.

Imitando a una de las más famosas formas de aquellos tiempos de promocionar los filmes, el tagline perfecto debería ser este: "él es un tipo duro de la vieja escuela y el otro, un oriental con una blackberry".

La cinta, es una buddy movie, pero no es la clásica historia de dos personas que se unen por un objetivo común y acaban haciendo migas, no.

El protagonismo absoluto es del Potro Italiano. Stallone llena la pantalla con todo su carisma y sus tics más italoamericanos que va exagerando a cada nueva película, como ese vacilón y elegante a la par movimiento de hombros mientras no te quita la mirada.

En este caso, el agente Tylor Kwon (Sung Kang) aparece en escena tras el asesinato de un ex policía corrupto y del compañero de fechorías de James Bonomo (Stallone), estos dos habían matado al anterior, para luego sufrir una trampa de la que sólo Sly consigue escapar.

El agente Kwon, obsesionado con su tecnología smartphone, encuentra una relación entre los cadavares y se va en busca de Bonomo, pensando que podrá hacer un trato con él en una asociación en la que pudiera ganar. Todo lo contrario, la personalidad de Bonomo es más que arrolladora, y el rol de Kwon se limita a ser un sidekick que facilita información para ir escalando los puestos de villanía en la búsqueda de los culpables.

Parece ser, que esto y una supuesta falta de química es lo que más se está criticando del film, aquí he de plantarme y hacer una reflexión. ¿Por qué dos personas totalmente opuestas, en cuanto a modos de afrontar la vida, profesiones o carácter han de compaginar y hacer buenas migas? hacer esto sería tirar de formula, además que la cinta es de Stallone, con un regalito a Jason Momoa para que se luzca, y de nadie más.

Como he dicho la relación de estos dos es fría y distante, sufriendo vejaciones e insultos racistas por parte de Sly durante casi toda la cinta, puesto que el agente Kwon en un par de ocasiones intenta hacerse valor sin demasiada efectividad, cosa que provoca más roces entre ambos, y que el guión aprovecha para hacer que cualquier frase que suelta el personaje de James Bonomo sea una dura losa que cae sobre la cabeza de su obligado por las circunstancias compañero.

Siendo "Sí la tocas te mato con una piedra" una de las mejores amenazas que he tenido el placer de escuchar en pantalla grande.

Parte del gran carisma del personaje principal sería la relación con "la chica", que está vez pasa a ser la hija (Sarah Shashi) y su afición por cierto Bourbon que difícilmente encuentra en los bares que suele frecuentar.

En cuanto al resto de actores tenemos al ya mentado Jason Momoa que demuestra que puede ser un buen valor añadido en el cine de acción. Que entre otras lindezas coprotagoniza una genial pelea de hachas tras la frase "¿que somos putos vikingos?".

Por ahí también tenemos a un desquiciado, como siempre Christian Slater, que sale poco, o a un perdido Adewale Akinnuoye-Agbaje (Lost, G.I. Joe, El Caso Bourne o El regreso de la momía) algo pasado de peso y haciendo de un pintoresco mafioso de Nueva Orleans.

Tras las cámaras tenemos a Walter Hill, conocido entre otras por la fantástica The Warriors: los amos de la noche, la divertida Danko: Calor Rojo o la genial El Último Hombre, con lo que con esta cinta ya ha tenido el placer de haber dirigido a las tres partes de la Santísima Trinidad. Esta vez el bueno de Hill opta por un estilo más moderno de lo deseado, cierto es que mantiene ese toque 80's-90's en casi toda la cinta pero de vez en cuando se le va la mano e imita el cansino estilo Bourne, que creo que debería haberse quedado en la trilogía protagonizada por Damon o esos curiosos zooms que se están poniendo de moda que ya recientemente vimos en la última parte de las aventuras de McClane.

Pero este punto negativo se compensa con la excelente banda sonora que tiene toda la película, repleta de sonidos sureños y con mucha guitarra electrica, que le da un toque muy de los 90 y algo macarra que acompaña perfectamente a los personajes en toda la cinta.

Bourbon, balas y tetas. Un excelente divertimento, y otra vuelta más del genero a sus raices. Demostrando que las viejas glorias todavía tienen mucho que decir.

Mi nota totalmente personal: 8.5/10

miércoles, 6 de marzo de 2013

Siete psicópatas (Seven Psychopaths, 2012) - Martin McDonagh

Allá por el 2008, y sin apenas publicidad, llegó a los cines una película que parecía ser una comedia ligera, y que reconozco, que de no ser por qué ese fin de semana no podía ver Hancock, con unos amigos, no hubiera ido a verla...

Esa película era "Escondidos en Brujas", una maravilla dentro del panorama actual, y toda una sorpresa que se convirtió en una de mis favoritas del año.

Un guión fresquisimo, unos diálogos muy hilarantes, y unos actores que estaban bastante bien, incluso se aguantaba a Collin Farrell.

Tras este debut, yo esperaba como agua de mayo un segundo largometraje del director y guionista Martin McDonagh.

Collin Farrell es un guionista irlandés alcohólico con una crisis de talento que pretende escribir un guión llamado "Siete Psicópatas". Uno de sus mejores amigos, Sam Rockwell es un actor sin trabajo algo histriónico que pretende ayudar a su amigo a escribir el guión aparte de robar perros para luego devolverlos por una recompensa junto a Christopher Walken, y justo han robado el perro de Woody Harrelson, un violento mafioso que siente adoración por dos cosas: su arma que siempre se le encasquilla y su mascota.

Como veis es la típica trama absurda que sirve como hilo conductor para que una serie de personajes a cada cual más distinto y alocado acaben cruzandose para acabar con un ingenioso clímax final.

Los actores están muy bien, el reparto coral es una de las grandes bazas del film, incluso Collin Farrell, al que le pega hacer de borrachos perdedores por la razón que sea.
Como siempre Christopher Walken está en su linea, Woody Harrelson repitiendo la formula de Zombieland que le ha dado una segunda juventud, y Sam Rockwell puede que sea lo mejor de la historia.

Justo hace unas semanas hablaba con un amigo y también colaborador de este blog, de este actor, él sólo lo ha visto en Moon y en Iron Man 2, y decía que es un tipo que desde luego le da a cada película el toque que esta necesita, justo lo que debe hacer un actor.
La verdad es que estoy bastante de acuerdo con esta afirmación, y justamente, esos dos ejemplos tan extremos son muy buenos para defender este argumento. A mi personalmente Rockwell es un tipo que me agrada ver en pantalla, pese a que tiende a arquear las cejas con cara de extrañeza casi todo el tiempo, es un actor con mucha personalidad, y pese a ello, no ves a Rockwell y si al personaje que este interpretando cada vez.

El film desde luego es muy divertido, con un comienzo espectacular y un ritmo frenético que te atrapa a todo momento, siendo los primeros 40 minutos lo mejor de la película. El problema es que a partir de un momento, los protagonistas hacen un viaje al desierto y eso mata a la película totalmente. El ritmo desciende considerablemente, pero a su favor diré que no llegas a aburrirte, ya que durante este segundo tramo hay chispas muy geniales, como la visión de Rockwell del final de la película que escribe Farrell o la confrontación final con Harrelson y compañía.
El otro problema es que el final se queda un poco alargado, pero nuevamente, tenemos una escena grandiosa que ocurre a mitad de los créditos.

Como veis la película es un poco como una montaña rusa, tan pronto estás divirtiendote como de repente estás mirando el reloj.

Por otra parte ese toque de metacine le va muy bien al film, las escenas que va contando Farrell que tiene en mente son de lo mejorcito de la historia, y la escena inicial, con dos gángsters hablando de sus cosas, muy a lo Pulp Fiction, con una sorpresa incluida, también es brillante.

Lo mejor, el cura vietnamita, y la compleja historia del psicópata nº5, Tom Waits, conejos incluidos.

Lo peor es lo poco aprovechados que están los personajes femeninos, siendo ambos dos floreros que hacen bonito.

Como se suele decir, una pelicula de tarde de domingo.

Mi nota totalmente personal: 6.5/10