lunes, 16 de diciembre de 2013

El Hobbit: La Desolación de Smaug (The Hobbit: The Desolation of Smaug, 2013) - Peter Jackson

Parafraseando a Top Gun "!Maldita sea, Peter Jackson, tú ego extiende cheques que tus películas no pueden pagar!"

La Desolación de Smaug nos da la razón a todos los que pensábamos que adaptar en tres películas de el libro de J.R.R Tolkien era excesivo.

Todas las ventajas que tenía la primera parte, excelente ritmo, tono más juvenil, personajes interesantes... se pierden en una trama secundaria alargada en exceso que llega a cansar al espectador, aportando muy poco, o nada, al conjunto de la historia global.

Lo peor de todo es que este film no funciona como película, a lo sumo, como capitulo 2 de algo. Obviamente es lo que es, pero si comparamos con la saga anterior, Las Dos Torres, sí que funciona como como elemento único pese a estar enmarcada por una entrega anterior y otra posterior.

He de reconocer que el primer tercio de la cinta se me hizo amena, mantenía el ritmo y el tono de su predecesora. Curiosamente la parte más fiel al relato original.

Martin Freeman adquiere el protagonismo que merece en esta parte, y no sólo su personaje lidera la acción si no que él mismo como actor pone sobre sus hombros la película, hasta que el bueno de Jackson nos introduce el sopor y el tedio mediante una historia que él cree más importante que la de el Hobbit.

Una vez los protagonistas se cruzan con los elfos y encuentran a Bardo, interpretado por Luke Evans, el guión se enfanga y se entretiene en contarnos la "triste" historia de ciudad del lago, gobernada por un tirano patán, un Stephen Fry que hace lo que puede, así como la desdichada vida de los habitantes, pobres y amargadas personas que temen las represalias a una rebelión.

Así como el pasado de la familia de Bardo, y un absurdo triángulo amoroso entre Legolas, Tauriel (Evangeline Lily) y Kili.

En mi opinión el problema no es "inventarse" cosas aparte del texto original, a fin de cuentas no es una traslación literal, si no la visión de un director, aparte que literatura y cine son dos medios distintos, y lo mismo no funciona en ambos casos. Pero mostrar cerca de 2 horas a una película de casi 3, con tramas secundarias muy mal escritas, con personajes que no sólo no te importan, si no que no están aportando nada, sí.

Parte de la culpa de que poco a poco vaya resultado cada vez más pesada la cinta es la desaparición de Ian McKellen y Martin Freeman de la acción principal, pasando ambos a un segundo o incluso tercer plano.

Relegando dicho papel a Luke Evans, y a la poco creíble e interesante misión de los Elfos Tauriel y Legolas.

Luke Evans es un actor con 0 carisma, y se comprueba que por mucho que alguien esté interesado en hacer carrera con él, no soporta el protagonismo de una cinta de estas características. En cuanto a Orlando Bloom, más de lo mismo.

Lo que en la trilogia anterior no dejaban de ser chispazos de acción, esta vez, dichas escenas en las que Legolas no deja de hacer mil y una piruetas imposibles, y acabar él sólo con incontables enemigos se hacen pesadas. Ya que están insertadas de forma totalmente gratuita para alargar una historia que no necesitaba ser alargada, aparte de estar dirigidas de aquella manera.

Evengiline Lily molesta menos, pero su personaje no tiene un objetivo claro, y al igual que ambos personajes anteriormente citados, no aporta nada que te haga recordar su paso por la cinta.

Una vez dejado atrás el segundo tercio, pasamos casi a la resurrección del ritmo y de las tramas con la escena entre Bilbo y Smaug.

Desafortunadamente tan sólo es un espejismo. Mientras ambos personajes están solos acudimos a una escena bastante buena puramente, casi a la altura del encontronazo en la primera parte entre Bilbo y Gollum. Pero Jackson, empeñado en no dejar que la cinta acabe, mete unas horripilantes escenas de acción entre los enanos, Bilbo y Smaug que terminan de matar una película que estaba gravemente herida pero parecía que podía salvarse.

Las escenas de acción parecen heredadas de las peores entregas de Piratas del Caribe, pareciendo que los personajes más que avezados guerreros sean burdas imitaciones de Pepe Viyuela.

En resumen se salvan de la quema Martin Freeman, quien levanta el film cuando le deja el guión, Ian McKellen que suple con presencia y buen hacer sus pocos minutos en pantalla, y en definitiva la primera hora y poco del largometraje.

El resto es la confirmación de que siempre fue un error convertir El Hobbit en trilogía. Una pena, puesto que a mi humilde forma de pensar, con la anterior entrega lo hicieron bastante bien.

Me queda el consuelo de que las últimas palabras del film dichas por Bilbo: "¡Dios mío! ¿Pero que hemos hecho?", realmente son las de Peter Jackson al ver tal despropósito de película.

Mi nota totalmente personal: 6/10

jueves, 12 de diciembre de 2013

Plan de escape (Escape Plan, 2013) - Mikael Håfström

Durante años estos dos astros de las testosterona estuvieron buscando el proyecto idoneo que los juntara.

Llegaron los finales de los 90, la etapa que casi acaba con la carrera de Sly. Llegaron los 2000 y la carrera política de Arnold.

Finalmente, Stallone resurgió cual fénix de sus cenizas y a Scwarzenegger le volvió a picar el gusanillo de la acción.

Tras el buen rollo mostrado por parte de ambos en la saga mercenaria, ya ha llegado el sueño no sólo de ambos, si no el de varias generaciones de niños criados en los 80/90.

Aunque el trailer ya nos avanza, e incluso el mismo concepto del proyecto, de que va la trama. Esto es un Encerrado conoce Perseguido, más un trama secundaría que a nadie importa, pero que no molesta.

La premisa es la siguiente: Ray Breslin (Sylvester Stallone) es un escapista profesional. Tras varios años de cárcel en cárcel, se hizo autónomo, se montó una empresa y ahora se dedica a ofrecer sus servicios para comprobar que las cárceles de máxima seguridad no tengan fallos. Él se infiltra con un código de excarcelación y su tarea es escaparse de allí.

Un día le llega un trabajo que supone un reto como nunca ha tenido, un trabajo totalmente extraoficial, con una localización desconocido, en el que poca gente aparte de su equipo sabrá que está allí.

Obviamente no la rechaza, y obviamente es un trampa. Allí conoce a Emil Rottmayer (Arnold Schwarzenegger) con quien trabará una fructífera alianza para escapar de dicho lugar imposible.

Ya se puede ver que lo de menos es la trama, una excusa como otra cualquiera para ver a dos de nuestras estrellas favoritas luciendo palmito y derrochando el carisma que ya derrochaban hace 30 años.

La película no se entretiene demasiado, tras una escena de presentación para ver como trabaja Sly, en menos de media hora ya está en la penitenciaria de súper máxima seguridad, y pocos minutos después ya está tramando junto al antiguo campeón de Mister Olympia.

Un ritmo muy bueno e infinidad de escenas destacables, desde las múltiples contiendas que provocan para entrar en aislamiento, hasta las escenas donde el buen Arnold entretiene al personal. En esta ocasión al actor austroamericano le ha tocado llevar el peso cómico de la cinta, teniendo acreditado incluso un "drama couch" para él solo!.

Acompañando al duo protagonista tenemos en un segundo plano a Jim Caviezel y Vinnie Jones. Ambos se nota que están pasándoselo en grande y dan todo por sus papeles, que aunque menos importantes ayudan a que el conjunto sea mucho mejor.

En un tercer plano, y estos protagonizan la trama secundaria que comentaba antes, tenemos a 50 Cent, Vincent D'Onofrio y Amy Ryan. Realmente no están ni bien ni mal, están. Y pese a que esta trama no aporta nada, tampoco molesta y ocupa un mínimo permitido en el montaje final. Por allí también pasa Sam Neil quien será importante para el devenir de la misión principal.

A modo de dirección, Håfström, director de las "entretenidas sin más" Sin Control y 1408, cumple su cometido, haciendo una concesión al fandom en la traca final, con primeros planos a Arnold que hacen recordar sus tiempos de Commando.

Dentro de la liga en al que juega, el film es muy disfrutable, no te engaña en ningún momento, y se toma lo suficientemente en serio para no ser un desproposito. Un guión, que dentro de lo que cabe, no tiene fisuras, preparado para el lucimiento personal de sus estrellas, y sobre todo para el goce de sus fans.

Un perfecto film para aquellos que añoran la acción de los 80.

Mi nota totalmente personal: 8.3/10