domingo, 16 de diciembre de 2012

El Hobbit: Un viaje inesperado (The Hobbit: An Unexpected Journey, 2012) - Peter Jackson

Aquí la tenemos, la vuelta a la Tierra Media. Más de 10 años desde que empezara el viaje allá por el 2001 y un largo descanso desde que acabara la trilogía de "el señor de los anillos" en 2003.

A parte del tiempo, mucho ha pasado, demandas del señor Jackson pidiendo más dinero por las anteriores películas, una carrera no tan constante como él querría, problemas financieros en el estudio que hicieron que Guillermo del Toro tuviera que abandonar el proyecto, ya que no se veía fin a ese túnel, y al final la decisión lógica del retorno del anterior cineasta gore y macabro, Peter Jackson.

Durante estos meses yo he sido un gran detractor del proyecto, primero por miedo, ya que aunque me divirtió King Kong, el visionado de The Lovely Bones fue espantoso, y todo hacía pensar que Jackson había dado un giro demasiado radical a su carrera que no parecía que tuviera vuelta atrás.

Aparte de la decisión de, una vez rodadas las dos partes en las que se iba a dividir el libro, crear una tercera como puente innecesario entre la historia de Bilbo y Frodo.

Ese miedo del que hablaba sobre todo era por que la primera parte fuera demasiado lenta y no captara el espíritu mas aventurero y distendido que si tiene el libro.

Pues bien, mis temores, justificados o no, no se ha cumplido, y reconozco que he disfrutado mucho de esta película.

Es más, incluso diría que es mejor que las anteriores, claro está que, aunque no sea un fan de Tolkien, este libro siempre me gustó más que cualquiera de los anillos.

Pese a que se está adaptando un libro relativamente corto, para ser una cinta de 2 horas y 45 minutos, el ritmo de esta parte es muy bueno, la acción no cesa en ningún momento, y es muy difícil que puedas aburrirte. Como comentaba antes, el tono más ligero, está muy conseguido y hace que la película sea muy divertida sin llegar de ser torpe o infantil, tal como alguno de los trailers pretende demostrar.

Jackson ha demostrado que le tiene el punto cogido a los escritos de Tolkien, trasladando ese mundo de una forma mágica, dotando esta entrega de una continuidad muy necesaria respecto a sus predecesoras, cosa que, pese a que me encante Guillermo del Toro, de haber sido él el director, puede que ese detalle hubiera sido demasiado diferente por su visión tan personal de hacer cine. Aún así, en ciertos orcos o wargos, la mano de este hombre se nota.

Otro de los detalles que hacen de está película un film de aventuras muy notable son los personajes nuevos, sobre todo la incursión de Martin Freeman, que aparte de ser bastante mejor actor que Elijah Wood, tiene la ventaja que Bilbo sea un personaje mucho más dinámico y es más fácil de identificarse con él que con Frodo.

Un punto débil quizá sea que de los 13 enanos solo podamos conocer a un par aparte de Thorin. Brillante la escena en la que descubrimos el porqué de su apodo.

De los actores que vuelven a sus antiguos roles, destacar a Ian Mckellen, no sólo por su gran labor, si no también por que el resto de apariciones estelares no pueden más que considerarse cameos muy necesarios, sobre todo el del gran Sir Crhistopher Lee.

Respecto a la banda sonora, mantiene la base del resto de la saga, pero con un tema principal muy distinto que le hace coger identidad propia pero sin desmarcarse.

Por último, en el apartado técnico, está película pretende revolucionar el cine con sus 48 frames por segundo. En mi caso, me parece algo fallido, puesto que mientras los personajes hablan o caminan, todo perfecto, también ayuda en las panorámicas a que se vea todo con mayor nitidez y fluidez, pero en cuanto hay algo de acción, la imagen parece demasiado acelerada.

Aunque esto es como todo, supongo que cuando el cine dejó de ser mudo, el público se volvería loco, o también el cambio a color, quizá de aquí a unos años este cambio esté instaurado y todo sea mejor.

Mi nota totalmente personal: 8.9/10

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