miércoles, 12 de junio de 2013

Stoker (2013) - Chan-wook Park

¿No os encanta cuando no sabéis absolutamente nada de una película, vais a verla porqué alguien la ha recomendado y salís absolutamente maravillados?.

Eso es exactamente lo que me ha pasado con Stoker.

Uno de los motivos por los que decidí acercarme a ella fue por su director, Chan-woo Park, director de la absolutamente desquiciante y perversa Oldboy (película que termine con una sensación rarísima y poco a poco, cuando pienso en ella me va pareciendo mejor).

Ya sabemos que los directores orientales tienen una vision no solo del cine, si no también de la vida muy distinta a nosotros, y aunque como digo fuera el motivo principal del visionado del film, sí que había un miedo de que en Hollywood lo hubieran atado en corto, una practica más común de lo que debería.

Afortunadamente no ha sido así. Park nos mantiene en vela con una historia muy retorcida a la par que inquietante, con un manejo más que excelente de la cámara.

Habiendo planos realizados por el mero gusto de conseguir una imagen visual muy poderosa o incluso algún otro que perfectamente podría ser un foto enmarcada. También destacar el buen uso de las transiciones, donde vemos, que pese que a veces hay pequeños flashback que apenas duran segundos, todo está perfectamente hilvanado, y es la misma película al que te va llevando de forma muy calmada hacía una conclusión que nos sabes por donde va a tirar.

La trama principal es la siguiente, el padre de India acaba de morir al cumplir ella 18 años. Ambos estaban muy unidos, no así con su madre, en medio de todo aparece de la nada Charles Stoker, su tío, del que ella ni siquiera sabía de su existencia.

Todo se empieza a enrarecer, debido a la presencia de este familiar. Digamos que el ambiente empieza a no ser demasiado sano. Bajo la apariencia tranquila de él, hay algo que no termina de cuadrarle a India, sobre todo a partir de la desaparición de una pariente que parece que ha venido a contar algo.

La película nos mantiene siempre atentos, nos va dando pequeñas migitas de pan para que vayamos siguiendo el camino que el director quiere que pisemos, y poco a poco se va revelando los objetivos de los dos protagonistas, quienes no tienen más opción que actuar de la forma en la que lo hacen.

No quiero revelar mucho más, debido a que es la típica película que es mejor ir sabiendo lo menos posible y disfrutarla de principio a fin.

Un guión muy bien estructurado, que quizá falla en los diálogos, sobre todos los pronunciados por la Nicole Kidman. Lo sorprendente fue cuando vi quien es el guionista, Wenworth Miller, conocido sobre todo por su papel como Michael Scofield en Prison Break. Parece que lo que no tiene como actor, podría llegar a tenerlo como guionista.

En cuanto a los actores, Mia Wasikowska, empieza a despuntar y puede que estemos viendo los inicios de una grande. Mathhew Goode alías Ozymandias, mantiene un porte elegante y con su serenidad y calmada mirada consigue transmitir mucho. No así Nicole Kidman, quien cada vez tiene más cara de gárgola. Uno de estos días acabara sacando las alas. Fuera de bromas, no está tan mal como nos tiene acostumbrados los últimos años, pero sin duda es el elemento que más flojea dentro del film.

Mi nota totalmente personal: 8.6

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