lunes, 27 de febrero de 2012

Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio (The Adventures of Tintin, 2011) - Steven Spielberg

Siempre me he declarado admirador de Steven Spielberg. Creo que, independientemente de la calidad de la historia, siempre le da un toque dinámico al desarrollo, imprescindible para historias de aventuras, como toda la saga Indiana Jones, la mítica Parque Jurásico y la película que nos ocupa, Las aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio.

Esta película de animación hará las delicias de los fans del intrépido reportero, ya que los personajes del cómic están perfectamente modelados digitalmente para ser idénticos a los originales de Hergé. El rostro del actor Jamie Bell, al que todos recordamos siendo el rebelde bailarín de Billy Elliot, está magistralmente adaptado para que se convierta en el alma que da vida a este Tintín de Spielberg. Si bien es cierto que aunque los modelos están muy bien conseguidos, en ocasiones la relación cabeza-cuerpo se ve desproporcionada, aún cuando está claro que la película no busca el foto realismo en sus personajes.

Siguiendo en el apartado técnico, hay que decir que aunque la calidad gráfica es muy buena, en algunos momentos los personajes parece que tienen la mirada perdida, poniendo pequeños puntos negros en la puesta en escena. Otro pequeño escoyo es la brusquedad que en ocasiones acompaña a algunas animaciones de los personajes, siendo víctima de ello sobretodo en el carismático Milú.

En cuanto al argumento, nos encontramos ante una historia de piratas, tesoros y persecuciones por escenarios muy variopintos, haciendo que la acción sea variada y rápida. Lamentablemente, esa rapidez hace que la historia se desarrolle de forma demasiado fácil, sin la suficiente profundidad para que suba ese nivel que la distancia de las cintas de animación de más calidad.

Las película está llena de situaciones extravagantes, con escenas de acción demasiado increíbles que, aunque divertidas, están realizadas para no aburrir a los más pequeños, hecho que a los más adultos no les pasará desapercibido. Sin embargo, la historia, debido a su dinamismo, no llega a aburrir en ningún momento. Ese patente dinamismo es el toque que el genio Spielberg imprime en esta película. El guión exprime cada situación al máximo, sin que caiga el ritmo en ningún momento.

No obstante, el final llega demasiado de improviso. Y si lo juntamos con el ahorro que se impone en toda la película respecto a las escenas que nexan una acción con otra, y que precisamente le dan ese ritmo constante, dejan la sensación de que se ha querido acabar rápidamente y sin complicaciones con la película.

En conclusión, Las aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio es una película altamente recomendable si se es fan de los tebeos, y si se busca una película de aventuras sencilla pero bien llevada.


Nota personal: 7.5/10

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