martes, 13 de agosto de 2013

Killing Season (2013) - Mark Steven Johnson

Casi dos años desde que apareció en las redes un teaser póster de esta película, donde se daba más importancia a la figura de Mark Steven Johnson, junto al texto: "Director de Daredevil y Ghost Rider", ha llegado ya su película intimista.

La premisa es la siguiente, Emil Kovac (John Travolta) un Serbio que luchó en la guerra de Bosnia, lleva 15 años buscando al soldado americano que falló el tiro que debía matarlo al ejecutarlo para vengarse.

Este soldado, Benjamin Ford (Robert De Niro), hoy día vive en una cabaña en medio de la nada, apartado de la sociedad. Ya el estar cansado de la guerra y de sus consecuencias puede ser un motivo de peso, pero el guionista se saca de la manga con una escena al principio de la pelicula, otro motivo más, también está apartado de su familia ya que su mujer se casó con otro hombre y este, por no querer, no quiere ni ir al bautizo de su nieto.

Uno podría esperar, por los actores seleccionados, un film marcado por una batalla dialéctica, donde ambos personajes pudieran medir sus dotes interpretativas. Y pese a que ninguno de los dos está pasando por su mejor momento, estoy convencido que un guión solvente y un buen realizador todavía puede sacar oro de estos dos grandes del celuloide.

La muestra de que ese tipo de cosas se pueden hacer es el film de la HBO The Sunset Limited, donde dos personas dialogan a través de todo el metra je sin que en ningún momento se te pueda hacer pesado o largo.

Volviendo a Killing Seasons, desde luego, aunque él está convencido de que si, Mark Steven Johnson no es un director de matices, aunque hay que alabar que ha depurado su estilo, dejando atrás el formato videoclipero de sus anteriores obras.

Entre sus grandes logros está el poner un filtro color sepia para las escenas bélicas de los flashbacks, cadáveres digitales y mucho croma innecesario. Mark debe ser el clásico tipo que piensa: "¡¿Como harían esto antes de los ordenadores?

Pese a que en ningún momento piensas que la película pueda remontar, es cierto que al menos los primeros minutos guardan algo de dignidad. E incluso las primeras escenas están hasta bien, sobre todo el encuentro entre los protagonistas en medio del bosque, y la posterior cena en casa del veterano soldado norteamericano.

A partir de aquí el film se transforma en lo que de verdad quiere rodar el director, y es una película de dos hombres cazándose entre si, intercalando en varias ocasiones los roles de cazador/presa. Entre medio asistimos a una visita por parte del hijo del personaje de Robert De Niro junto a su mujer y su nieto que no sirve absolutamente para nada, ni siquiera para complicar la trama o crear un mínimo de tensión.

Aunque para mi la escena clave, es una en la que uno de los personajes mantiene al otro atado a una mesa, mientras habla de forma molona mientras está haciendo una limonada natural para torturar a su enemigo. El resultado final de dicho invento no deja de ser un sketch de Tip y Coll.

En cierta manera la cinta me ha recordado a la entretenida sin más La Presa, donde al menos la caza entre ambos combatientes y los motivos eran medianamente creíbles.

Mark Steven Johnson ha querido ir de listo, con un guión torpe lleno de diálogos muy chorras. Una película que hubiera sido la mar de "disfrutable" si no se hubiera tomado en serio y hubiera sido interpretado por gente del calibre de Michael Jay White o Dolph Lundrgen. Al menos nos hubiéramos echado unas risas por el despropósito. O por el contrario si hubiera llegado a manos de un director con la capacidad de dirigir bien.

Para ir finalizando, el nivel de actuación deja bastante que desear. John Travolta anda muy disfrazado, con una peluca que parece un gorro de baño y una barba falsa a lo Lincoln (con lo imponente que estaba en Desde París con Amor... ¿Por qué no acepta su calvicie?). Aspecto aparte, el problema está principalmente en que no está dirigido. Durante los primeros minutos no está mal del todo, incluso con el acento del este con el que dota a su personaje, pero conforme el metraje va avanzando notamos que se le está yendo de las manos y acaba convirtiéndose en una loca. 


En lo que respecta a su compañero, Robert De Niro simplemente está en pantalla, con la cara standard que lleva poniendo los últimos años, tan neutro que hasta duele verlo.

Mi nota totalmente personal: 3/10

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