jueves, 18 de octubre de 2012

Abram Lincoln: Cadazor de Vampiros (Abraham Lincoln: Vampire Hunter, 2012) - Timur Bekmambetov

En 2009, Seth Grahame-Smith sorprendió al mundo con su novela "Orgullo y Prejucio y Zombies", donde añadía zombies a la conocida novela de Jane Austen, tan solo un año después, volvía con un nuevo libro, Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros.

En principio, coger a un personaje histórico y mundialmente conocido, y meterlo en un relato de comedia y terror sobre vampiros no me parece mala idea, el resultado puede hasta ser gracioso.

Que conste que no me he leído el libro, aunque desde que fui conocedor de su existencia he tenido interés, cierto es que hasta el estreno de la película, ninguna editorial se ha atrevido a publicarlo en el idioma de Cervantes.

La película finalmente no es nada del otro mundo, llena de fantasmadas, que se toma demasiado en serio, e incluso intenta tener algo de rigor histórico, es más llega a ser aburrida cuando no se muestra ningún tipo de acción en pantalla.

Los culpables de esto, tienen nombres y apellidos, Timur Bekmambetov, en mi casa lo conocemos como "el ruso loco" y el antiguo director de cine, Tim Burton, que aquí ejerce de productor.

El Sr. Bekmambetov, que empezó a ser conocido por su duología sobre criaturas nocturnas, Los Guardianes de la noche y Los Guardianes del día, para finalmente meterse en Hollywood con la adaptación libre del cómic de Mark Millar, Wanted, es una histérica hasta arriba de LSD, heredero de la generación Matrix, usa el bullet time, hasta cuando los personajes están caminando, llena la pantalla de coreografías de lucha imposibles, niebla en cgi, y mamarrachadas varias como una batalla donde el futuro presidente número 16 pelea contra un vampiro en medio de una estampida de caballos, donde el chupasangre en cuestión le lanza caballos, he visto peleas entre Peter Griffin y el Pollo mucho más verosímiles.

A todo esto hay que sumar, todos los acompañantes del Sr. Lincoln, carrozas de caballos que hacen trompos, un hacha-escopeta, un maestro que no aporta nada a la trama que aparece y desaparece conforme el guión lo necesita, vampiros luchando en el bando norte de la guerra civil estadounidense, el saqueo de cubertería de plata para realizar armas o la delirante batalla final sobre un tren de mercancías mientras las vías están ardiendo y los vagones vuelan sobre las cabezas de los protagonistas.

Yo me he llegado a reír en algún momento, por la puesta en escena o por lo bizarro y estrambótico que llega a ser todo, pero desde luego no llega al mínimo que yo esperaba, la cinta podría haberse convertido en una película para el recuerdo, e incluso de culto, sí esto lo hubiera dirigido alguien más acostumbrado al cine de terror, monstruos y toques cómicos, un Sam Raimi, un Guillermo del Toro o hasta un Tim Burton cuando le importaba su carrera.

De los actores que participan no puedo decir nada, ya que la mayoría están con el piloto automático puesto, esperando que todo acabe para poder cobrar el cheque y ampliar el chalet.

Mi nota totalmente personal: 4.6/10

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