Cuando se empezó a hablar de continuar la historia de Bourne, Matt Damon, ya dijo que solo haría más si Paul Greengrass, director de El Mito de Bourne y El Ultimátum de Bourne, estuviera detrás, y ni cortos ni perezosos, la universal pasa de ambos y pretende crear una nueva saga.
Yo, como fan de la trilogía de Bourne, me sentia poco dispuesto a ver una nueva entrega sin Damon, pero he de decir que el reparto, y la inclusión de Tony Gilroy, guionista de la trilogía, me hizo esperar algo mínimamente entretenido.
Me hubiera conformado con que se hubiera plagiado la trama de la primera entrega con un nuevo agente, y que fuera una ligera película de acción de verano, tal como era El caso de Bourne...
El resultado final, una película con muchas pretensiones, pero que no cumple ninguna.
La historia empieza mostrandonos imagenes de la tercera parte, como si está historia tuviera algo que ver con ella, intercalandolas con escenas de los nuevos personajes de Edward Norton, desaprovechadisimo, y Stacy Keach.
El único sentido que le veo a estas pequeñas conexiones, es para que el publico sienta que esto es una continuación, pero son tan nimias, y son tan gratuitas que estorban, pero me temo que esto no es lo peor de todo.
En esta ocasión, en vez de tener a un agente sin memoria que busca su propia identidad, tenemos a un súper soldado, por que lo dicen ellos, que busca su medicación ya que se le está acabando.
Durante la primera hora y 15 tenemos una sucesión de escenas de gente buscando a los nuevos agentes del nuevo programa gubernamental, del "bueno" de Jeremy Renner yendo por la nieve, y de Rachel Weisz con bata.
Mientras pasa este tiempo, la película te mira con cara de decir "tranquilo que esto se va a coger, y vas a ver la que se va a montar", y cuando parece que se coge... empiezan las estupideces.
Ya cuando nada podría ser mas tonto, el personaje de Edward Norton saca de la manga un nuevo programa gubernamental, mandan a un chino a que mate al agente Aaron Cross, y con muy mala pata, el señor Gilroy intenta imitar la increíble escena de Tánger de "El Ultimátum de Bourne", intentando copiar también el estilo de Greengrass, acabando la pelicula con la persecución en moto más delirante de los últimos años.
No puedo describir de otra manera lo que pasa en esta historia, donde ninguno de los personajes te importan lo más mínimo, y solo quieres que todo acabe para poder irte a tu casa.
Si las anteriores películas de Bourne, confirmaban que se puede hacer buenas peliculas de acción, El Legado de Bourne confirma que Hollywood está falto de ideas y prefiere exprimir lo que tiene hasta que no quede nada.
Desde aquí le mando un toque de atención a Jeremy Renner, que tras coger fama con sus dos nominaciones a los Oscar por "En tierra Hostil" y "The Town", se ha dedicado a aceptar cualquier papel comercial que se le ha presentado. Sin ir más lejos, este año ha estrenado tres películas, esta, Misión: Imposible - Protocolo Fantasma, y Los Vengadores.
Hay que disparar menos y apuntar mejor, Sr. Renner, o acabaras protagonizando S.W.A.T. 2.
Mi nota totalmente personal: 3/10
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