Quisiera decir antes que nada que en principio no estoy ni a favor ni en contra de los remakes. Siempre se han hecho, y se seguirán haciendo.
Otra cosa es que el proyecto sea más o menos interesante o que haya cosas nuevas que aportar o no sea necesario.
En principio la idea de ver un nuevo RoboCop es algo que no debería tener demasiado sentido, ya que la cinta original de Paul Verhoeven no sólo es un clásico de los 80 si no que es considerada por muchos, me incluyo, una cinta de culto.
Así como la contratación del director José Padilha (Tropas de Élite), fue una buena noticia, los múltiples rumores que surgían, reconocidos por su amigo el también director Fernando Meirelles (Ciudad de Dios) de que la Fox vetaba la mayoría de ideas que el realizador brasileño proponía...
Todo era una especie de ruleta rusa, y cuando apareció el trailer parecía que había más de una bala en el revolver.
El argumento continua más o menos siendo el mismo, un policía que sufre un atentado y una compañía que trastea con su cuerpo para convertirlo en un policía definitivo. Variando en esta ocasión los objetivos principales de la OCP: Conseguir unos contratos con el gobierno para añadir Robots patrulla en los USA como ya dispone el ejercito en países invadidos por el mismo.
La película es lo bastante diferente como para no caer en comparaciones, ya se sabe que son odiosas, pero muy respetuosa a su vez. Uno de los puntos clave es mantener la sintonía original en momentos clave de la cinta. Siendo muy de agradecer ya que estás rodando un remake, no contar la misma historia, que para eso ya tenemos la original.
Sí que da la sensación de que entre la Fox y Padilha hubieron varios "tira y afloja", pero que al final se ha llegado a un acuerdo entre la comercialidad que pretendía la distribuidora y la historia que quería contar el director. Consiguiendo entre ambos puntos de vista una destacable cinta de acción y ciencia ficción.
En cuanto uno de esos puntos, el tan comentado y odiado en la red nuevo diseño, Padilha consigue darle veracidad, primero siendo tal como en la cinta de los 80, para luego, con una escena donde el presidente de la OCP, Michael Keaton, habla con el director de marketing, lo transforman en negro.
Así como al principio choca, a la segunda vez que lo estás viendo en movimiento te acostumbras y se se queda como una anécdota más.
La acción está muy bien dirigida, aunque estemos hablando de ese estilo de cámara en mano de hoy día, pero no llega a ser cansino, mezclado con escenas más clásicas e intimistas u otras más extremas que pudieran recordar más a las escenas en las fabelas en la primera parte de Tropa de Élite. Siendo destacable que en esta ocasión hay muy poco CGI y si mucho maquillaje y vestuario, aparte de un buen uso de la violencia que te hace olvidar que hablamos de una PG-13 y que hay muy poca sangre en pantalla. Dando al sensación de ser más violenta de lo que es, cosa que no es nada fácil y considero un buen punto a su favor.
Otro de los puntos más destacables es el excelente reparto de secundarios que ha conseguido reunir el film, Gary Oldman, excelente como científico humanitario y buen samartiano, Samuel L. Jackson, hilarante con su papel de comunicador fascitoide, Jackie Earle Haley, en un rol casi similar al de Sharlto Coopley en Elysium, pero mucho mejor trabajado y más agradecido, Michael Keaton y el siempre correcto Michael K. Williams (The Wire), todos ellos a muy buen nivel, respaldando a la perfección al desconocido Joel Kinnaman, quien se mantiene siempre en su sitio y da muy bien la replica en pantalla.
Como punto negativo, decir que la muerte de Alex Murphy esta vez se queda muy descafeinada, y como punto indiferente tenemos a Abbie Cornish (Sucker Punch, 7 Psicópatas), quien no lo hace mal, pero tampoco puede lucirse demasiado con un papel más importante en concepto que en acción propia.
Un remake que respeta sus origines pero que se desmarca con muy buenas ideas y mejor hacer. Una buena opción si quieres entretenerte con una más que correcta película de acción.
Mi nota totalmente personal: 8/10
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