Como cada año desde 1982, Woody Allen nos trae una nueva pelicula.
En la última década hemos visto la más que estupenda etapa Londinense (Match Point, Scoop y El sueño de Cassandra), el desastroso viaje a españa (Vicky Christina Barcelona), la vuelta a Nueva York (Si la cosa funciona), y la maravillosa Midnight in Paris, rodada en francia el año pasado...
Está vez le toca a Italia, y bueno... no es lo que yo me esperaba desde luego.
En esta ocasión Woody Allen nos cuenta cuatro historias que se van entremezclando en la capital romana, eso no es malo, ya que las peliculas corales, y las de historias cruzadas son cosas que me suelen gustar...
Pero el problema es que la calidad de las historias es muy irregular, tenemos una genial, una divertidilla, una floja y una muy mala.
Por una parte tenemos la historia de Allison Pill, una turista que se enamora de un italiano y va a casarse con él, trayendose a sus padres, Woody Allen y Judy Davis, para que conozcan a los de su prometido, ellos son, una psiquiatra y un fallido director de operas retirado que descubre que su consuegro es un excelente tenor cuando se ducha, esta es la divertidilla. Llegamos a pasar ratos agradables ya que la idea es tan absurda y delirante que te ries por defecto, ademas que si te gusta el personaje de Allen, aquí lo tienes.
En segundo lugar tenemos a Alec Baldwin, un arquitecto famoso, que pasó su juventud en Roma, y como está de viaje con unos amigos, pasa de volver a ver todo lo que ya vio en su momento y decide sentarse en un banco, Jesse Eisenberg, (haciendo también del personaje Woody Allen) es un joven arquitecto que vive en la ciudad, se encuentran y de repente, Baldwin deja de ser un personaje, para convertirse en un elemento que rompe la cuarta pared, y pasa a ser también la conciencia de Eisenberg, quien empieza a tonter peligrosamente con la mejor amiga de su novia, Ellen Page.
Esta es la historia genial, ojalá hubiera ocupado toda la película, este segmento me encantó, cierto es que siento debilidad por los dos protagonistas, desde que conocí a ambos en Zombieland y Juno, los dos están magníficos, y tienen los mejores diálogos de toda la película, aparte de Baldwin que también está más que bien en su extraño pero simpático rol.
En tercer lugar, Roberto Benigni, un señor normal que de la noche a la mañana se convierte en una celebridad, esta es la parta muy mala, el sr. Benigni no para de moverse, de ser excéntrico, y tan extravagante y pesado como siempre, para postre, este segmento está escrito con muy poca gracia. La idea no es mala del todo, pero el resultado sí lo es.
Por último, la historia de un matrimonio italiano, que llega a Roma a conocer a unos familiares, ella se pierda y acaba en el rodaje de una película con su actor favorito, y él con una prostituta, Penélope Cruz, que se confunde de cliente y acaba fingiendo ser la esposa del marido, esta es la floja, una historia de intercambio de parejas por parte del azar, que nos han contado mil veces, pero sin ningún tipo de gracia, muy sosa, y siempre esperando que en algún momento dado te de algún chiste con el que poder reírte.
Por cierto, la señora Cruz actúa mejor en italiano que en español e inglés a la vez, por la razón que sea.
Por los menos las historias, como ya he dicho no van una tras otra, y al estar entremezcladas, la sensación de aburrimiento es bastante menor, pero vamos... no es lo suficiente divertida y todo se queda en una cita anual por compromiso.
Mi nota totalmente personal: 5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario