viernes, 31 de enero de 2014

El Lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street, 2013) - Martin Scorsese

Como casi todo lo que huele a Oscar en nuestro país, llega con algo de retraso la nueva película de una de mis duplas favoritas del nuevo siglo. Scorsese y DiCaprio, quienes coinciden ya por quinta vez.

Una cosa está clara, Martin Scorsese tenía ganas de divertirse tras el encargo que le hizo James Cameron, La invención de Hugo (2011).

Basada en las peripecias criminales del broker de Nueva York Jordan Belfort, Scorsese ha decidido que para ver una película seria sobre el tema, ya teníamos Wall Street.

Con toques de la cinta de Douglas y Sheen, Uno de los nuestros y Jo, ¡qué noche!. Podríamos decir que el resultado es un Dolor y Dinero algo más serio y mejor interpretada. 

Decir que a un servidor el film de Michael Bay no le parece malo en absoluto. Al contrario, fue una de las grandes sorpresas del año pasado. Pero hay que reconocer que el director neoyorquino es bastante superior que el californiano.

El Lobo de Wall Street es la cruda historia en clave de comedia de un tipo de clase baja que se mete en el mundo de la bolsa y acaba dentro de una espiral de dinero, drogas y prostitución de la que disfruta y no desea salir. Ni siquiera cuando se percata de que el FBI va detrás de él.

Una frase que describe muy bien al personaje principal la dice el protagonista en el film: "Cuando llevas mucho tiempo navegando en un yate digno de un villano de Bond, acabas metiéndote en el personaje".

Como decía, Martin Scorsese, deja un poco de lado su forma clásica de dirigir para mostrar un film que pretende ser desenfrenado y caótico pero sin llegar a los excesos videocliperos que impera en el cine más moderno.

A base de flashbacks, rupturas de la cuarta pared y una banda sonora llena de ritmos de los 90, decada en la cual ocurren los hechos que se narran, se nos muestra una película muy fiel a la propuesta inicial de un guión muy cuidado con diálogos chispeantes que son minas de oro para cualquier actor que se precie.

Aparte de su musa, Martin se ha reunido de un curioso grupo de actores para representar esta comedia sobre el sórdido mundo de los brokers:

Matthew McConnaughey, quien ha decidido ser actor, sí no lo habéis hecho, mirad Killer Joe, pese a disfrutar de pocos minutos, nos deslumbra con una carismática actuación que nos pone en aviso de lo que se va a convertir la historia de Jordan Belfort.

Kyle Chandler (Súper 8) y Jean Dujardin (The Artist) nos regalan su carisma en sus respectivos y breves roles. Uno con mucha planta como el incorruptible agente del FBI y el otro con mucha sorna y comicidad como banquero suizo. 

Margot Robbie (Una Cuestión de tiempo) interpreta a la nueva femme fatale rubia que tanto le gustan al director de Toro Salvaje. Una actriz con una belleza radiante que hace la escena suya con todas sus apariciones. Muy visceral cuando ha de serlo y sobria cuando debe. Recordemos que le aguanta las escenas a la perfección a DiCaprio, algo que no es nada fácil. Una actriz a la que le veo un futuro muy prometedor.

Jonah Hill, aquel adolescente graciosete que conocimos en Supersalidos, hoy en día se está convirtiendo en un actor muy cumplido. Está claro que siempre en clave de comedia, no se si aguantará un rol más dramático, pero que aquí en ocasiones se hace dueño de la función, como el genial monologo sobre que está casado con su prima o su conversación con Jon Bernthal (La Gran Revancha). Bien merecida su nominación a Actor Secundario.

Por último dejo al gran Leonardo DiCaprio. Un actor que ha sabido quitarse el sambenito de niño guapo y de ídolo juvenil para evolucionar en uno de los mejores interpretes que existen actualmente.

Un actor apasionado, muy entregado a todos y cada uno de sus papeles, perfeccionista a mas no poder, y con un carisma que rebosa por todos los lados. Capaz de cargar con la difícil tarea de recrear la vida de un tipo tan miserable que no pide perdón por sus actos.

Un hombre que ha sido ninguneado una y otra vez por la academia y que al menos esta vez se la recompensado como mínimo con una nominación.

En definitiva una potente comedia, donde más que darnos una lección moral, el director nos muestra todos los datos objetivos para que nosotros decidamos. Cruda, muy salvaje. Un Martin Scorsese desmelenado pero coherente, con un guión fresco y unos actores entregados al 100%.

Y sobre todo, un film con un ritmo brutal. 180 minutos que llegan a hacerse cortos.

Mi nota totalmente personal: 8.9/10

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