martes, 7 de mayo de 2013

Las Ventajas de ser un marginado (The perks of being a wallflower, 2012) - Stephen Chbosky

Aparte de súper héroes, cine de acción con los tipos de siempre, ciencia ficción y cine malo... una buena peli de corte independiente y con una historia romántica que sea algo raruna es una de mis debilidades.

En esta ocasión tenemos una historia ambientada en los 80, la magia que desprende esa década es fascinante.

Charlie es un chico algo introvertido que empieza sus días en el instituto, como vía de escape una de las cosas que empieza a hacer es escribir cartas para nadie en particular donde va exteriorizando sus pensamientos y sentimientos sobre esta nueva etapa que le ha tocado vivir.

La historia nos cuenta como se hace amigo de unos chicos de último curso y como se enamora platónicamente de una de estas nuevas amistades, Sam (Emma Watson) y todo lo que conlleva estos años de su adolescencia, primeras citas, fiestas, drogas, la relación que tiene con su hermana o algunos viejos traumas que arrastra desde la infancia... en definitiva su crecimiento como persona mediante su nuevo circulo social.

Stephen Chobsky se adapta a sí mismo, guionizando y dirigiendo la novela que él mismo escribiera a finales de los 90.

Sin haber leído el material original, mi opinión se basa tan solo en la versión cinematográfica. Una película que se aleja de los estereotipos hollywoodienses de comedia romántica y no nos da los típicos personajes adolescentes que solemos ver en cine y televisión, creando, en mi opinión, unos personajes muy humanos, con problemas reales, donde fácilmente el espectador puede llegar a identificarse con lo que está viendo en pantalla ya sea con alguna de las situaciones que narra o con alguno de los protagonistas.

Y aunque es cierto que hay presencia de momentos hilarantes o cómicos, no busquéis una comedía, ya que en definitiva la película no pretende ser eso. En ese sentido se aleja de películas más o menos recientes como Supersalidos o Nick & Norah, que aunque ambas son tragicomedias, la balanza cae un poco más hacía la parte cómica, estando más en la linea de Adventureland o (500) días juntos.

Aunque he de darle un pequeño palo a este guión, ya que la trama referida a los traumas queda algo confusa, y aunque no sería algo que pueda empañar el total del film, sí que unos pocos minutos más hubiera sido un conjunto mucho más redondo.

En cuanto a la dirección, Chobsky utiliza un estilo clásico indie muy parecido a Jim Jarmusch (Coffe and cigarrettes, Flores rotas) o Jason Reitman (Juno, Gracias por fumar), narrando la historia con bastante solvencia, y dando mucho importancia a la música que aparece dentro de la película.

En el apartado interpretativo la cinta nos da puntos muy positivos. Logan Lerman, a quien lo habíamos visto en cine palomitero como Los 3 mosqueteros o Percy Jackson y el ladrón del rayo, cambia de registro para darnos una actuación muy comedida y llena de sutiles detalles. será un acierto si sigue por este camino. Emma Watson sigue con sus inteligentes decisiones en su carrera para que olvidemos a su Hermione de la saga Harry Potter y aquí está encantadora, sin estar en las grandes ligas, parece que ha encontrado su camino y si juntas todo a su fotogénica forma de actuar, tenemos Emma Watson para rato. Ezra Miller, el tercero en discordia, aprovecha el caramelito que es su papel llegando a eclipsar al protagonista en alguna ocasión.

Ya para rematar este buen nivel, dentro de los personajes secundarios tenemos a gente de la talla como Paul Rudd, Tom Savini, o Joan Cusack, que aunque disponen de poco tiempo, lo aprovechan sobre todo con su presencia.

Una sorpresa dentro del panorama actual muy disfrutable.

Mi nota totalmente personal: 8.5/10

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