domingo, 28 de abril de 2013

Iron Man 3 (2013) - Shane Black

Cuando los grandes estudios dan luz verde a una secuela de un gran éxito, normalmente impera una máxima: "Hay que hacer lo mismo pero más". Para muestra un botón, Iron Man 2 es la misma película que Iron Man, pero llevado todo al extremo. A priori esto no necesariamente ha de ser malo, pero para ser sincero, lo lógico es no intentar superarse, si no hacer otra historia totalmente distinta.

En esta ocasión Jon Favreu, director de las anteriores entregas, cede el testigo a Shane Black, tan sólo con la genial Kiss Kiss, Bang Bang a sus espaldas en la realización, también con Robert Downey Jr.,  pero con un gran número de películas de acción como guionista, resaltando Arma Letal 1 y 2, El Último Boy Scout, El Último gran Héroe o la ya citada Kiss Kiss, Bang Bang.

Aquí ha sido ayudado por Drew Pierce, y con, como siempre las aportaciones creativas de Downey Jr.

El resultado para mi ha sido más que satisfactorio. Shane Black ha cogido todos los clichés que conoce de su experiencia como escritor en el cine más comercial de acción y les ha dado un toque dinámico y fresco mezclándolo con una historia de investigación, tecnología y superación personal.

La cinta empieza abriendo varias tramas. Por un lado, empezamos con una historia a mitad, y la voz en off de nuestro protagonista, para brevemente pasar a un flashback. 1999, Nochevieja. Vemos al Tony Stark más exagerado y esperpéntico, conocemos a dos personajes capitales para la historia. Interpretados por Rebeca Hall y Guy Pierce. Luego tenemos la que en mi opinión es la trama más importante y la más atractiva: tras los eventos ocurridos en Nueva York (Los Vengadores) Stark ha creado una dependencia a su armadura, sufriendo varios ataques de ansiedad si no está cerca de ella y adoleciendo de insomnio, que combate creando modificaciones a sus armaduras, haciéndolas más tecnológicas y creando un vinculo para poder controlarlas a distancia. Aparte de estar entrenando su cuerpo y sus dotes de combate o sigilo para poder ser algo más que su armadura.

Por encima de todo esto tenemos una serie de ataques terroristas impartidos por la tenebrosa figura del Mandarín, más la incursión de la trama de Extremis, un cómic que ha sido muy importante para el devenir cinematográfico del vengador, donde vemos como se están creando una especie de súper soldados capaces, entre otras cosas, de regenerarse o aumentar la temperatura suya y de lo que le rodea o tocan.

Pueden parecer muchas cosas, pero el guión esta perfectamente bien hilvanado para hacer que todo esto encaje y hacer uno de los mejores entretenimientos en lo que llevamos de año.

Dentro de su comercialidad es una película que arriesga mucho, creando personajes muy extremos sin llegar al histrionismo, o situaciones donde el protagonista necesita sacar todo su ingenio para poder llevar acabo la misión que se ha autoimpuesto.

También destacar los diálogos que mantienen los personajes, llegando a haber una escena "si me tocas, te mato" bastante bien resuelta. Sobre todo quisiera resaltar un personaje muy acertado, Harley (Ty Simpkins) ya que normalmente las incursiones de infantes en este tipo de cine suelen llegar a convertirse en escenas prescindibles y faltas de cualquier tipo de gracia, siendo en esta ocasión totalmente todo lo contrario.

Y ya a titulo personal, el increíble valor añadido que Shane Black le da a la historia ambientandola en paisajes nevados y en fechas navideñas.

Para terminar las alabanzas como guionista de Black, le daré un pequeño palo ya que como director, aunque es muy superior a su antecesor Jon Favreau, no termina de ser bueno, pero cierto es que es bastante cumplidor, y su manejo de la cámara no deja de ser funcional y se aleja de excesivas pirotecnias como entretenerse en la batalla final con escenas de armaduras, y dejarlas de fondo mientras somos testigos de las misiones de Tony Stark y James Rhodes, que son lo que realmente nos está importando.

Brevemente haré un repaso a los actores. Poco más de Robert Downey Jr. de lo que se ha dicho puedo añadir, él es Tony Stark ha hecho suyo al personaje y continua dotandolo de todo el carisma necesario para este tipo de productos. Don Chaedle y Gnyewth Paltrow también siguen en la linea correcta, siendo un perfecto acompañamiento para nuestro genio hiperactivo, en este caso dandonos una sorpresa con el personaje de Pepper Potts. En cuanto a las nuevas incorporaciones, Guy Pierce, más comedido de lo habitual, pero con esa manía todavía de quitarle el puesto de genios del disfraz a Gary Oldman y a su compañero de reparto Ben Kingsley, quien consigue dar un toque muy especial a su Mandarín, con cierta ayuda de un guión muy elaborado en cuanto a estos dos personajes. Rebecca Hall muy correcta y en su sito, por último, Ty Simpkins del que ya he he hablado, está genial.

En cuanto a lo malo, quizá Jon Favreu como Happy Hogan, algo exagerado, pero al salir poco no empaña el resultado final.

Para ya ir terminando, hablaré de la gran labor de marketing que ha conseguido engañar sobre todo al más fan del universo Marvel, y consiguiendo que ese engaño sea de lo más destacado del conjunto final. Bravo.

En resumen, buen cine de palomitas dentro del entramado cinematográfico de Mavel Studios, quien sigue haciendo un trabajo excelente, y más todavía desde la incursión de Joss Whedon como director de orquesta y consultor creativo de sus películas.

Mi nota totalmente personal: 8.8/10

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