jueves, 12 de diciembre de 2013

Plan de escape (Escape Plan, 2013) - Mikael Håfström

Durante años estos dos astros de las testosterona estuvieron buscando el proyecto idoneo que los juntara.

Llegaron los finales de los 90, la etapa que casi acaba con la carrera de Sly. Llegaron los 2000 y la carrera política de Arnold.

Finalmente, Stallone resurgió cual fénix de sus cenizas y a Scwarzenegger le volvió a picar el gusanillo de la acción.

Tras el buen rollo mostrado por parte de ambos en la saga mercenaria, ya ha llegado el sueño no sólo de ambos, si no el de varias generaciones de niños criados en los 80/90.

Aunque el trailer ya nos avanza, e incluso el mismo concepto del proyecto, de que va la trama. Esto es un Encerrado conoce Perseguido, más un trama secundaría que a nadie importa, pero que no molesta.

La premisa es la siguiente: Ray Breslin (Sylvester Stallone) es un escapista profesional. Tras varios años de cárcel en cárcel, se hizo autónomo, se montó una empresa y ahora se dedica a ofrecer sus servicios para comprobar que las cárceles de máxima seguridad no tengan fallos. Él se infiltra con un código de excarcelación y su tarea es escaparse de allí.

Un día le llega un trabajo que supone un reto como nunca ha tenido, un trabajo totalmente extraoficial, con una localización desconocido, en el que poca gente aparte de su equipo sabrá que está allí.

Obviamente no la rechaza, y obviamente es un trampa. Allí conoce a Emil Rottmayer (Arnold Schwarzenegger) con quien trabará una fructífera alianza para escapar de dicho lugar imposible.

Ya se puede ver que lo de menos es la trama, una excusa como otra cualquiera para ver a dos de nuestras estrellas favoritas luciendo palmito y derrochando el carisma que ya derrochaban hace 30 años.

La película no se entretiene demasiado, tras una escena de presentación para ver como trabaja Sly, en menos de media hora ya está en la penitenciaria de súper máxima seguridad, y pocos minutos después ya está tramando junto al antiguo campeón de Mister Olympia.

Un ritmo muy bueno e infinidad de escenas destacables, desde las múltiples contiendas que provocan para entrar en aislamiento, hasta las escenas donde el buen Arnold entretiene al personal. En esta ocasión al actor austroamericano le ha tocado llevar el peso cómico de la cinta, teniendo acreditado incluso un "drama couch" para él solo!.

Acompañando al duo protagonista tenemos en un segundo plano a Jim Caviezel y Vinnie Jones. Ambos se nota que están pasándoselo en grande y dan todo por sus papeles, que aunque menos importantes ayudan a que el conjunto sea mucho mejor.

En un tercer plano, y estos protagonizan la trama secundaria que comentaba antes, tenemos a 50 Cent, Vincent D'Onofrio y Amy Ryan. Realmente no están ni bien ni mal, están. Y pese a que esta trama no aporta nada, tampoco molesta y ocupa un mínimo permitido en el montaje final. Por allí también pasa Sam Neil quien será importante para el devenir de la misión principal.

A modo de dirección, Håfström, director de las "entretenidas sin más" Sin Control y 1408, cumple su cometido, haciendo una concesión al fandom en la traca final, con primeros planos a Arnold que hacen recordar sus tiempos de Commando.

Dentro de la liga en al que juega, el film es muy disfrutable, no te engaña en ningún momento, y se toma lo suficientemente en serio para no ser un desproposito. Un guión, que dentro de lo que cabe, no tiene fisuras, preparado para el lucimiento personal de sus estrellas, y sobre todo para el goce de sus fans.

Un perfecto film para aquellos que añoran la acción de los 80.

Mi nota totalmente personal: 8.3/10

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